Johann Wolfgang von Goethe, considerado el más grande literato en lengua alemana, era un apasionado científico. Fue el mayor historiador de la ciencia del siglo XIX.
Goethe vivió en un tiempo en el que a menudo los científicos, por entonces aún conocidos como filósofos naturales, solían repartir su dedicación entre distintos campos de la ciencia. Goethe cumplía esta condición. Estudió humanidades y leyes, pero sus trabajos científicos cubrieron áreas tan diversas como la óptica, la geología, la botánica o la anatomía comparada.
Su primer trabajo importante fue un estudio sobre anatomía comparada de los mamíferos, para determinar que los seres humanos, como todos los mamíferos, poseen el hueso intermaxilar donde se empotran los dientes caninos. Al final no se atrevió a publicarlo, ya que su ensayo circuló entre unos cuantos anatomistas de renombre en Alemania y Holanda.
Más tarde, se adentró en las fauces de la botánica y propuso que todas las estructuras de la planta surgían por una metamorfosis de las hojas.
Contribuyó también en óptica mediante un par de publicaciones donde negó la teoría newtoniana de la descomposición de la luz blanca. Goethe empezó a darse cuenta de que ni Newton, ni los newtonianos, ni ningún otro investigador de la luz y del color se tomó en serio la posible concurrencia de la fisiología de la visión en la percepción del color. El esquema de Newton no explicaba ni contemplaba una gama de fenómenos sobre la percepción del color.
Newton y los newtonianos habían fracasado a la hora de abarcar los fenómenos y de analizarlos de forma exhaustiva. Más que proporcionar un conocimiento detallado del reino de la naturaleza, seleccionaron unos cuantos experimentos que servían para confirmar su hipótesis imaginativo-especulativa. Según Goethe Newton había dado rienda suelta demasiado pronto a su imaginación en su teoría de la óptica y del color, sin tener en cuenta la multidisciplinariedad o la diversidad de la ciencia.
Aquí reside el kit de la cuestión, la forma de comprender la ciencia de Goethe. La original noción de multidisciplinariedad de Goethe. Ninguna disciplina puede por sí sola estudiar exhaustivamente ni dominar cualquier tipo de fenómeno. Las ciencias necesitan ser organizadas de modo interdisciplinar. La ciencia goetheana proclama que hay que apreciar el fenómeno en su totalidad, en lugar de por partes. Goethe esperaba comprender la naturaleza de forma global.
A pesar de que, gracias a la confianza en sus propios argumentos, creía que pasaría a la posteridad por su aportación a la ciencia, no ha sido así. La ciencia goetheana ha dejado escasa huella en la ciencia moderna, ya que los investigadores de la ciencia convencional se acercan a los fenómenos a través de una visión reduccionista, nada que ver con la forma de comprender la ciencia de Goethe. Pero esto no quita para que la mirada del poeta se complementara a la del científico. Pensaba la ciencia con el espíritu del arte. Goethe era sin duda las dos cosas, tanto poeta como científico.
Referencias bibliográficas:
Dennis Sepper, 2002. University of Dallas. Las controversias de Goethe y la formación del carácter científico. Traducido por Germán García Martín.
https://culturacientifica.com/2015/07/24/goethe-pensar-la-ciencia-con-el-espiritu-del-arte/
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