Algunas especies de insectos se consumen desde hace muchos años en países no pertenecientes a la Unión Europea (UE), principalmente de África, América, Asia y Oriente Medio. Pronto su presencia será mayor en las superficies comerciales de la UE. Eso sí, no hará falta comerse los insectos de uno en uno, sino que pueden formar parte de harinas, salsas o sopas.
La entrada en vigor del reglamento europeo 2015/2283 relativo a los nuevos alimentos admite que los insectos enteros y/o sus partes puedan formar parte de las nuevas categorías de alimentos. Las empresas ya pueden solicitar autorización para que se incluyan en la lista de nuevos alimentos.
Pero, ¿por qué usar insectos como alimento? ¿que tienen como ventaja respecto a los alimentos tradicionales? Los insectos se postulan como un sustitutivo de la carne en el futuro, debido a que son una buena fuente de energía y proteína de alta calidad, cumplen con las necesidades de aminoácidos, tienen altas cantidades de ácidos grasos saturados (monoinsaturados y poliinsaturados) y son ricos en minerales y vitaminas. Es más, tienen tanto hierro como un solomillo de buey. Este valor nutricional de los insectos depende no solamente de la especie, sino también del momento de la vida del insecto en que se coma o de la preparación culinaria a la que se someta.
¿Pero está es la única razón para incluirlos en nuestras dietas? ¿Hay alguna razón más de peso para meterlos en nuestras cocinas? Aparte de las razones nutricionales, también hay razones medioambientales para la ingesta de insectos. La producción de insectos necesita menos terreno y agua y produce menos cantidad de amonio y emisiones de metano que otros animales, es decir, su huella ecológica es mucho menor que la del ganado por ejemplo. Esta es sin lugar a dudas su mayor ventaja. Según la FAO, los grillos necesitan 12 veces menos alimentos que las vacas, 4 menos que las ovejas y la mitad que los cerdos o los pollos para obtener la misma cantidad de proteína. También hay que añadir que la producción a nivel mundial de carne no es sostenible. Si el sistema no cambia, algún día la carne se agotará.
Por desgracia, en el supermercado no he encontrado ni rastro de esta nueva posible alternativa frente a la carne. El encargado de Carrefour me ha comentado que dejaron de ofrecerlos debido a que el consumo era mínimo y por ello, no era nada rentable. Los insectos que vendían eran de Jimini´s. En su página web, me he encontrado con todos sus productos que contienen insectos comestibles. De todos ellos, he elegido los Grillos pimienta de cayena para analizarlos.
Imagen 1. Grillos pimienta de cayena. Fuente
En las siguientes imágenes podéis observar su composición, su etiquetado nutricional y los alérgenos que contienen, aunque esta última información se irá viendo a lo largo de los años, debido a que al ser un producto tan nuevo no se puede saber todavía cómo puede afectar realmente a la población.
Imagen 2. Composición de los grillos pimienta de cayena. Fuente
Imagen 3. Valor nutricional de los grillos pimienta de cayena. Fuente
Imagen 4. Alérgenos que contienen los grillos pimienta de cayena. Fuente
¿Será verdad que este tipo de productos sustituirán a la carne en el futuro? Hasta ahora, en las sociedades occidentales hemos prescindido de esta fuente de nutrientes y la verdad es que podrían ser la solución a problemas alimentarios y ambientales, ya que presentan una amplia disponibilidad. Como nueva fuente de alimentación pueden ser una oportunidad de desarrollo para algunas comunidades y una línea de negocio. Veremos a ver qué les depara el futuro.
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